Cuando parecía imposible que nada ni nadie hiciera sombra a la super gala de los Oscar, llega Lady Gaga vestida de señal de tráfico y se lleva todos los comentarios.
Y es que todas las miradas estaban puestas en Hollywood, por lo que la princesa del pop, con permiso de Britney Spears, Christina Agilera, Kylie Mingoque… apareció vestida, por no decir disfrazada, como una señal de tráfico por el aeropuerto londinense de Heathrow.
La heredera de Madona regresaba a tierras americanas después de su exitosa gira por Reino Unido y que tuvo su última parada el pasado viernes en Birmingham.
Amor a la moda, a los comentarios o quizá un querer desviar la atención de las numerosas críticas que la cantante ha recibido después de decidir doblar el precio de sus entradas de los próximos shows.
El precio original de sus entradas para ‘Monsters Ball’ era de entre 27 y 35 libras, una cantidad que no le debió parecer suficiente a la cantante y que ha elevado su cuota para las próximas fechas, en mayo y junio sus espectáculos costarán entre 50 y 75 libras.
Un aficionado se quejó en su foro oficial alegando: "no puedo creer que hayan subido los precios, gracias a nosotros consiguió dos álbumes número 1 y así es como nos lo compensa". Otro fan se describe la subida como "vergonzosa", mientras que otros de marca que "completamente injusto".
Lo cierto es que la cantante siempre ha destacada por tratar con mucho cariño y dedicación a sus fans. Quizá por eso, la sorpresa de la subida del precio de las entradas ha sido mayúscula. Su nuevo promotor de ‘Live Nation’ dijo en que el aumento era "justo y razonable". Seguramente, él tuvo algo que ver en la decisión.
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